Yo les prometí que aquí me iban a tener en las siguientes semanas con mis avances en cuanto al curso Un año de fotografía y vaya que la lección de esta semana es prácticamente para que se rían de mí.
Obviamente aquí he juntado varias lecciones en una.
Cuando comencé a ver los vídeos otra vez ya tenía mi equipo (el más barato del mercado) pero no tenía ni idea de como utilizarlo. Y es cierto que ahí esta el instructivo, pero el mismo prácticamente te explica cómo manejar la cámara en modo auto ¡todo! la exposición, la medición, ¡todo auto! Y si quisiera manejarlo de esa manera, no necesitaría instructivo señores fabricantes....
El caso es que el manual pocas dudas me resolvió y ahí está una, ansiosa por hacer su primera foto, pero apenas sabiendo lo justo para prender y apagar ese aparato.
La primera lección es la introducción, misma que vi con toda la ilusión que caracteriza a los novatos.
La segunda lección es El equipo básico, al que no le hice mucho caso, porque ya saben que yo me fui por la economía. Claro que si yo tuviera todo el dinero del mundo, otro pájaro cantaría.
La tercera es Configuración y manejo de la cámara y aquí comenzó mi calvario. ¡Me faltan botones! (opciones en el menú, pero yo les digo botones) ¿Cómo cambio la temperatura? ¿Cómo logro que algún color se parezca? ¿Cómo enfoco? ¡Me quiero volver chango! (bueno, ese es Homero Simpson, pero a ese nivel estaba mi desesperación). Ahí me tienen tratando de configurar a según la lección, tratando por todos los medios de hacer una bendita foto decente, peleándome con el instructivo que nada más no me instruía. Más de 300 tomas para que la niña obtuviera esto:
Cierto, ni siquiera está nítida, pero es que estas fueron algunas de las fotos que tuvieron que pasar para que lo consiguiera. Y cuando la vi por fin en colores parecidos a la realidad, ¡yo saltaba de alegría! Debo decirles que las fotos que les mostraré hoy están muy recortadas, porque al ser práctica, no me fije a donde apuntaba por lo que saqué muchas fotos de mi tiradero.
Luego experimente con el flash y la luz, ósea fotos ya de tarde-noche. Y está fue la ganadora.
Claro, que para eso, hubo que pasar por mi eterna pelea con las sombras, los amarillos, los fantasmas de Josefina y una luz demasiado vibrante.
Hasta ahí estaba muy contenta con mis avances, luego había que exponer y medir. Medición y exposición, era el siguiente tema y ahí me tienen foto tras foto, más de cien seguro intentando que los blancos sean blancos, alinear el histograma a la derecha que sé yo, que no entiendo nada y parece como que me hablan en chino hasta que, ¡por fin! Logré saber cómo se personalizaba el balance de blancos y ahí esta mi foto. Qué alegría, que ya sé que parecen como los gateos de un bebé, pero es que para mí es un gran logro.
Claro que ustedes ya habían visto fotos antes donde los blancos parecían blancos, pero me había ayudado del flash, y de la suerte, porque no me había enterado muy bien cómo hacer una medición, hasta este punto, donde los colores estaba porque yo había conseguido el control, aunque sea en un grado mínimo, porque ahora que la veo parece muy old style. ¡Estrellita en la frente para mí!
Apuesto a que ustedes ya se han fijado lo muy borrosa que es mi fotografía hasta este punto y es que por más que movía el zoom y por más que leía el instructivo no tenía idea de cómo enfocar. Moviendo botones y presionando cosas me deshice de unos puntitos que venían en el visor (ahora sé que se llaman puntos de enfoque), estaba loca porque se me habían perdido y en ningún lado decía cómo recuperarlos, jajaja. Bueno, que ya después moviendo los volví a colocar en su sitio, pero quiero que noten hasta qué grado llega mi ignorancia. Luego, por arte de magia descubrí cuál es el anillo que se gira para lograr enfocar ¡y me volví fan! Estuve probando y haciendo cientos de fotos enfocando toda la escena, enfocando el frente y dejando borroso el fondo y viceversa.
Estas últimas prácticas las hice en fotos para mi instagram de libros @mipuertasecreta y como ven, me engolosiné porque ahí fue donde descubrí cómo enfocar y luego hasta me dí el lujo de jugar un poco (hasta donde mis conocimientos de bebé pueden) con los tiempos de exposición.
Un año de fotografía es un proyecto de fotografía promovido por la obra social de Caja de Mediterráneo, organizado por CAMON y coordinado por José Benito Ruíz.
El curso está compuesto por 41 clases básicas impartidas por José Benito Ruíz, para más información visita la página haciendo click aquí.
5 Comentarios
Hola Ana!!!
ResponderEliminarQue chulo un curso de fotografías!!! Me encantaria saber mas del tema fotografías
Me alegro mucho que estes ya practicando
Muchos besos!!!
Que padre que tomes ese curso! Es algo que a muchos de los bloggers nos hace falta para mejorar nuestro trabajo!
ResponderEliminarBs
¡Hola, tocaya!
ResponderEliminarPara cuando yo haya podido comprarme la cámara (toda mi vida he tenido y ahora en ese país no tengo, cachis) ya habrás aprendido tu y te pediré consejo.¿si? ;)
Me encantan tanto las últimas fotos, como las primeras, porque con todas el mensaje que recibo, es que eres luchadora, no te rindes y te gusta aprender.
¡Felicitaciones por todo ello!
¡Besotes y feliz martes!
Hola Compi, que lindo que compartes tus experiencias en cuanto a tu curso de fotografía, la fotografía es un arte precioso, poder captar la belleza que ves, para que otros puedan también admirarla. Felicitaciones, espero seguir viendo tus adelantos.
ResponderEliminarMi favorita es la del clavel rojo.
Un gran abrazo querida amiga.
Qué bien ir aprendiendo fotografía, lo considero todo un arte ¡te van quedando muy bonitas!
ResponderEliminarBesos
Me encantaría saber qué te ha parecido esta entrada o cualquier comentario que tengas.